A Olimpia le costó tapar el Sol
Con fuerzas parejas, el partido fue muy duro para Olimpia. Cuando Sol fue perdiendo fuerzas por las expulsiones, se produjeron los goles decanos que resolvieron el pleito a su favor, para llegar al clásico del domingo de la forma más deseada, ubicado en la punta.
El duelo entre Olimpia y Sol de América conoció de dos partes bien determinadas. la primera duró poco más de una hora y tuvo a dos equipos enteros y parejos, con argumentos y estilos diferentes, pero con méritos equilibrados. El primer gol fue decano, con una acción que la tiene bien ensayada, el tiro libre de esquina y la definición del zaguero Adrián Romero, en este caso de cabeza, adelantando a Luis Cabral. A Sol le costó responder con la contundencia que necesitaba, pues planteó un ataque liviano, con jugadores muy veloces, como el conocido “Cachi” Ferreira y el muy prometedor juvenil Enzo Prono. Pero no por ello dejó de buscar el camino a un mejor final en la jornada y la aceleración fue la razón fundamental para le llegada del gol de la paridad para el conjunto danzarín. Zeballos perdió una ocasión para anotar el segundo tanto decano y a partir de allí nació el contragolpe de Sol, que lo manejó Ferreira, decidió dar el pase en el momento justo a “Robinho” Ocampo y este puso el centro que Prono culminó con cabezazo en la red de Martín Silva, superando en el salto a Amado, que volvió con desesperación. Sonó la alarma en zona franjeada y lejos de quedarse a cuidar la paridad, hubo continuidad en la generación azul de situaciones propicias, como la que dejó a Ferreira cara a cara con Silva, quien respondió con acierto. Pero nivelar el juego le costó a Sol acumular muchas tarjetas amarillas, no siempre bien decididas por Julio Quintana, y el hecho pasó factura. Hereñú levantó la pierna para tratar de frenar a Ariosa y al bajarla la depositó sobre un muslo del uruguayo. Segunda amonestación, expulsión y tiro libre al borde del área, cóctel de situaciones que tuvo como resultado el segundo tanto decano, en otra acción de pelota quieta, trabajada por Zeballos y Marín y definida por el primero, que lo festejó con el índice sobre los labios en dirección a los hinchas decanos que lo estaban cuestionando a esa altura del juego. Poco después, Cabral golpeó con violencia a Ramos y también se fue a duchar, lo que al rato transformó Olimpia en el colofón de la noche con el gol de Richard Ortiz, asistido por Almirón, para el triunfo del aislado puntero.
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