Zeballos y Marín convirtieron para el franjeado; el descuento de General Caballero fue de Hugo Centurión.
Olimpia tiene un elemento que en muchos partidos lo salvó de la adversidad: individualidades. Y precisamente poniendo como estandarte esa jerarquía derrotó sufridamente al fútbol adolescente de General Caballero, que sólo en la agonía se animó a pisar terreno contrario e incluso instaló zozobra al triunfo decano.
Más que los tres puntos, que son sinónimos de vanguardia, Olimpia ganó una batalla psicológica ante sí mismo, demostrando una cierta impermeabilidad a los múltiples problemas dirigenciales que viene soportando en los últimos tiempos.
Más allá de que su técnico Nery Pumpido patentó una suerte de indiferencia al no salir una sola vez a dar indicaciones, Pablo Zeballos tuvo la virtud de anotar rápidamente a través de la táctica fija y permitir a su equipo trabajar sobre resultado.
Ese gol se leía de tantas formas, era una inyección anímica enorme que descomprimía la presión y no sólo eso, la traslada al discreto “Matarife”. General no supo cómo pararse en la cancha y mucho menos manejar los hilos del juego cuando el rival le cedió el protagonismo; en el léxico zeballense nunca figuraron las palabras desborde y eficiencia, pecado capital ante un adversario que evidenció fisuras en la defensa.
El Decano no hizo uno de sus mejores partidos, pero la perspicacia de Zeballos y Marín bastaron para edificar un segundo gol que casi ponía punto final a la historia. Este tanto estuvo signado por una estética cesión de Pablo al colombiano.
Recién en el 2-0 el técnico de General, Pedro Rodríguez, movió sus fichas para ser más ofensivo. Bajó a Hinterleitner como volante izquierdo, ingresando a Sergio Fernández para ganar el peso que necesitaba en el área rival, pero no trascendió.
El Decano intentó oxigenar su ataque y mediocampo con los ingresos de Biancucchi y Ortiz, quienes al igual que sus compañeros pronto se llamaron a descanso, propiciándose el descuento rojo, con un cabezazo de Hugo Centurión. Más de un hincha se tomó la cabeza pensando en un final similar al que se tuvo con Nacional (le hizo dos goles en cuatro minutos al franjeado), pero General quedó sin fuerzas, detonando el grito olimpista y otro revés que complica al rojo en el promedio.
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Parecía cómodo
Olimpia, con la sufrida victoria 2 a 1 sobre General Caballero, alcanza nuevamente la punta y la comparte con Nacional, que recibió una impensada goleada a manos de Independiente.Los franjeados ganaban con comodidad 2 a 0 y como en otras tantas ocasiones en este torneo, lo terminaron sufriendo, más por errores propios que por virtudes del rival.
El equipo de Nery Pumpido inició el partido con el ímpetu que lo caracterizó en las primeras fechas de esta competencia. Acicateado tal vez por el resultado que se consumaba en Campo Grande a la hora del inicio de su partido, Olimpia salió a llevarse prácticamente al rival por delante, empujado por su poderosa masa de seguidores.
EFECTIVIDAD. En el primer ataque profundo, una vez más funcionó la estrategia de la incursión por sorpresa de los volantes. El uruguayo Miguel Amado ganó las espaldas de los volantes rojos y fue víctima de una infracción. En la ceremonia de la ejecución, Marín y Zeballos pugnaron por quién se haría cargo; lo hizo el segundo y su disparo fue perfecto. ¡Golazo de Olimpia! Gol que significaba entonces volver a la punta y que sirvió para hacer delirar a los fieles seguidores de la franja.
LA INVITACIÓN. El fervor que se vivía en las gradas no contagió a los futbolistas. Olimpia, extrañamente, bajó los cambios y esa actitud el Matarife la tomó como una invitación. Los rojos tuvieron el control del juego pero carecieron de desbordes y solo insinuaron, gracias a la pujanza y habilidad de Hugo Santacruz y la velocidad de Hinterleitner.
En las pocas incursiones de los locales en ataque, quedó evidenciado el déficit de la defensa franjeada. Los pelotazos cruzados metidos al área de Bobadilla siempre produjeron zozobra.
LA MANO DEL DT. De entrada en el segundo tiempo, Pumpido metió la mano en su equipo. Ingresó Meza por Ramos y con eso el colombiano Nájera pasó a jugar como lateral por derecha. Pero la variante no solo fue de hombres, sino además realizó modificaciones posicionales en ofensiva. Donnet se corrió al medio y cedió su carril, para que Marín arranque de derecha al centro.
La nueva propuesta tuvo rédito inmediato. Donnet incursionó en forma frontal al arco y ensayó un potente remate, que Argüello desvió al lateral. De ese saque llegó el segundo golazo de la tarde. Zeballos asistió a Marín y este fusiló el arco de los rojos.
Cuando parecía que Olimpia iba a cerrar una jornada cómoda, llegó el descuento de Centurión, por la vía que más complica a los de Pumpido. Un pelotazo fue ignorado por Julio Cáceres y allí se sucedieron los cabezazos y se produjo el gol.
SUFRIENDO SOBRE EL FINAL, OLIMPIA DERROTA A GENERAL CABALLERO 2 A 1 Y COMPARTE LA PUNTA CON NACIONAL.
Pumpido está conforme
Nery Alberto Pumpido estuvo muy sereno durante el partido y al final, en la conferencia de prensa, mantuvo ese rasgo.El entrenador dijo que el análisis arroja un resultado altamente positivo. "El balance es positivo; creo que como todos los partidos Olimpia salió a buscarlo, tuvimos bastante ocasiones de gol y ganamos un partido con todos los merecimientos", señaló.
Respecto a la derrota de Nacional, que posibilitó a su equipo alcanzar la punta, dijo: "Nosotros debemos pensar en ganar nuestros partidos y despreocuparnos por los demás. Ahora si los rivales tropiezan, lógicamente nos conviene", aseveró. Cuando se le hizo hincapié sobre los errores defensivos de su equipo, reconoció que se falló en el gol, pero resaltó el hecho de que no le llegaron mucho.
Pumpido resaltó el detalle de que su equipo volvió a generar muchas ocasiones de gol y que hizo todo lo que el partido exigió. "Este equipo generó un montón de ocasiones; manejó el partido", remarcó el DT, que, según los directivos de Olimpia, tiene el apoyo pleno de la directiva.
La figura
PABLO ZEBALLOSEl delantero volvió a marcar después de dos fechas y se consolida como único goleador del Apertura, con 10 goles.
Lo de Zeballos no solo se limitó al gol; estuvo fino con el balón, picó incansablemente y asistió a Marín para el segundo gol.
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Ganó en dos canchas y lider
Olimpia logró un triunfo tan trascendente como necesario, para volver a ubicarse en la cima de la clasificación y pacificar un ambiente interno que había tenido varios capítulos conflictivos en los últimos días. Zeballos y Marín hicieron los goles decanos. Descontó Hugo CenturiónEn la hora más justaPara Olimpia no hubiera sido completa la jornada si solo se conformase con celebrar que el equipo que fue capaz de despojarle durante algunos días la punta del Apertura, Nacional, haya sufrido una derrota de proporciones. Debía añadirle una victoria propia, para volver a gozar un privilegio propio desde el comienzo del campeonato, cual es el liderazgo en solitario o acompañado.
Pareció recuperar los pasos de ganador implacable que tuvo en la primera parte del certamen, cuando apenas a los 4 minutos logra ponerse en ventaja con un tiro libre de Pablo Zeballos, que superó la barrera y dejó al portero Argüello muy lejos de alguna posibilidad de reacción.
Nada mejor para iniciar la faena, que pudo haberse sellado muy temprano si el mismo Pablo hubiese tenido algo más de fortuna en dos tiros que estrelló en los palos. Pero al no lograrlo, General empezó a hacerse dueño de la cancha y el balón, para mostrarle a Olimpia que debía estar atento para no exponerse a sorpresas. Hinterleitner falló dos veces y la respuesta decana fue el segundo gol, marcado por Marín tras pase de Zeballos. Descontó con golpe de cabeza Centurión y el Decano terminó mirando el reloj con angustia.
Un triunfo valorado
La victoria ante General Caballero fue muy valorada en el recinto de Olimpia, cuyos futbolistas destacaron el éxito y la vuelta de nuevo a la primera ubicación.
“Ganamos un complicado partido y lo importante es que volvimos a la punta”, dijo Julio César Cáceres.
Los jugadores rápidamente percibieron el premio de 5 millones de guaraníes por el triunfo.
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